Un huevón hastiado



Hay tanto suceso pasando, que entre preocuparnos de todo, no llegamos a solucionar nada.
—¡Ay!  —gritó la vieja cuando vio a ese pobre animal mojado hasta habérsele traspasado el cuero.  Acto seguido publicó:  —Deberían adoptarlo, o el gobierno...  —y continuó con su letanía de palabras e ideas hacia los demás.
Una jovencita se puso a tejer suéteres para perros pulgosos o con garrapatas y publicaba pidiendo ayuda  —Hay que cuidarlos del frío  —era su consigna. Al término del verano se encontraron esqueletos envueltos en lanas.
—A ver, traigan a ese para acá  —lo pusieron en un vehículo junto a su mujer y los deportaron.  —Al niño métanlo allá  —fue la siguiente orden y se quedó solo en una jaula.  Las publicaciones fueron variadas.
—¿Lo tienes?  —preguntó uno de casco.
—Directo en la mira  —respondió el franco tirador.  Seguido se oyó la detonación y tras la reja caía un niño baleado en una pierna.  Se denunció que esa es la estrategia usada para eliminar a otro de la protesta, sabiendo que por la imposibilidad de recursos medicos, la única vía de ayuda es cortarle la extremidad.
Al día siguiente me levanté, mire las publicaciones y hablaban de muchas otras cosas.  Las de ayer ya no estaban.  El perro seguía mojado muerto de pulmonía.  Los esqueletos o se hicieron polvo o fueron a parar a la basura.  Al niño alejado de sus padres, nadie lo logra encontrar dentro del sistema. Hay un niño arrastrándose por falta de muletas.
No soluciono nada escribiendo.  Tenía más para hacerlo, pero decidí salir a mirar lo que sucede y ofrecer mi tiempo.



Photo by Bermix Studioon Unsplash

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